Nicaragua no sólo reprobó la acción de Ecuador tras haber irrumpido en la sede diplomática de México en Quito para forzar la detención del ex vicepresidente Jorge Glas Espinel, sino que rompió relaciones con el país sudamericano, en solidaridad con el pueblo azteca.
En un comunicado, el presidente Daniel Ortega calificó la acción efectuada por las fuerzas policiales contra la sede diplomática mexicana como «insólita y repudiable» que obligó a «nuestra contundente repulsa. El mandatario centroamericano explicó que, en consecuencia y por Decisión soberana, «rompía toda relación diplomática con el gobierno ecuatoriano».
“Condenamos y rechazamos está violación flagrante del Derecho Internacional que vemos repetirse desde gobernantes corruptos y servirles a los Imperios”, concluyó el escrito.
La tarde del domingo, partieron en un vuelo comercial desde Quito, la delegación de 18 diplomáticos mexicanos que se encontraban cuando fueron la policía nacional ecuatoriana ingresó al recinto sin autorización alguna, lo que ocasionó la inminente ruptura de relaciones confirmada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La secretaría de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena Ibarra, señaló que el gobierno de Daniel Noboa realizó una «decisión equivocada» al ordenar la detención del ex vicepresidente Jorge Glas, quien se hallaba en calidad de asilado político.
Agregó que, por instrucciones del mandatario mexicano, se acudirá este lunes ante la Corte Penal Internacional de Justicia (CPIJ) para presentar un procedimiento contra la nación sudamericana. Tampoco descartó que el recurso se interponga ante el Consejo de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para denunciar los hechos de los que fue víctima México, a fin de que no se vuelva a repetir.
