La rendición de Japón; un aniversario más

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¡Las ciudades de Hiroshima y Nagasaki! ….. tal vez muchos lectores no sepan de que se trata o dónde están situadas, o qué desastre ocurrió ahí … Hace 77 años, tanto en agosto 6 como el día 9 se arrojaron a esos lugares dos artefactos atómicos; uno fabricado con uranio y el segundo hecho de plutonio… eso produjo la rendición del imperio japonés a las potencias aliadas y a los soviéticos firmándola el 2 de septiembre de 1945.

Se argumentó que este ataque atómico fue para poner fin a la Guerra del Pacífico, puesto que los japoneses no deseaban rendirse incondicionalmente sino firmar un armisticio; para ellos era muy importante que se preservara la Casa Real y a su Emperador Showa o Hirohito.

Realmente la bomba atómica se comenzó a construir por el miedo a que la Alemania nazi obtuviera esta arma primero… El entonces presidente Roosevelt firmó la creación de dicho proyecto cuando los científicos estadounidenses y de otros países que se habían avencindado en Estados Unidos le manifestaron ese temor porque los alemanes poseyeran esa terrible arma.

Se creó el llamado Proyecto Manhattan, que llegó a tener a cerca de medio millón de servidores ubicados en varias partes de la Unión Americana. El físico Dr. Robert Julius Oppenheimer fue el líder del proyecto con lo que respecta a la parte científica y el Gral. Leslie Groves fue el guía en lo correspondiente a la parte militar y de producción.

En julio de 1945, bajo el nombre de proyecto Trinity se probó la primera bomba atómica, que en ese entonces se le seguía llamando el artefacto; todo resultó en un éxito y de inmediato de dio la orden para fabricar las dos siguientes bombas atómicas.

Alemania ya se había rendido incondicionalmente en mayo anterior, de hace 77 años; los aliados (sobre todo estadounidenses, británicos, canadienses y franceses) por un lado y los entonces soviéticos por el Este la habían terminado de estangular. El país vencido se dividió en cuatro zonas de ocupación.

A este respecto, puesto que el plan inicial de la bomba atómica estaba dirigida hacia Alemania los estadounidenses voltearon al otro enemigo que no habían podido terminar, aunque Japón ya casi estaba prácticamente vencido desde inicios de 1945. Se les advirtió que si no deponían las armas caería una lluvia de fuego sobre sus ciudades; aun así el clan militar que gobernaba el país no cedía y no aceptaban la palabra rendición… Cuando el gobierno japonés recibió los términos de rendición del Tratado de Postdam ellos hicieron mokusatsu (es matar con el silencio …cómo que no habían comprendido) y no respondieron ni sí ni no.

Por ello, el gobierno del presidente Truman dio la orden de atacar los dos primeros blancos …. A pesar de que la mitad de los científicos del Proyecto Manhattan estaban en contra del empleo de la bomba atómica, los estadounidenses se decidieron tomando en cuenta cuatro factores:

  • como ya la URSS había invadido Manchuria, se preveía que atacaran Japón por el norte –pues querían ocupar la norteña isla de Jokkaido–; eso crearía una situación como la de Alemania y los Aliados no querían a los soviéticos ocupando territorio japonés y a ello se opuso terminantemente el Pdte.Truman;
  • había que desquitar el gasto de 2000 millones de dólares que había costado el Proyecto Manhattan;
  • había que cobrar venganza por el ataque sorpresa a Pearl Harbor y
  • había que demostrarle a la URSS quién tenía el arma más mortífera del momento (aunque Stalin ya estaba informado de esto por dos espías que tenía dentro de los científicos del proyecto: Hall y Fuchs)

El gobierno japonés recibió una transmisión del presidente estadounidense Truman anunciando la primera utilización de una bomba atómica y prometiendo lo siguiente:

Ahora estamos preparados para arrasar más rápida y completamente cualquier empresa que tengan los japoneses sobre el suelo en cualquier ciudad. Destruiremos sus puertos, sus fábricas y sus comunicaciones. Que no quede duda; destruiremos completamente la capacidad de Japón para hacer la guerra.

Se argumentó que este tipo de ataque fue para salvar al pueblo japonés de su completa destrucción por el que emitieron el ultimátum de Potsdam el 26 de julio de 1945; de igual forma fue para ahorrar vidas estadounidenses por habría un desembarco en el sur de Kyushu, la operación Downfall. Los líderes japoneses rechazaron de inmediato ese ultimátum. A ello Truman advirtió que si ahora no aceptaban sus términos, era predecible que esperaran del cielo una lluvia de perdición, una como jamás se ha visto en esta tierra.[i]

Para inicios de 1945 los japoneses ya estaban prácticamente vencidos; ya habían tenido una serie de derrotas seguidas desde hacía casi dos años, en el suroeste del océano Pacífico, como la campaña de las islas Marianas y de las islas Filipinas; se avecinaban dos grandes batallas antes de tener completamente acorralado al Japón; las batallas de la isla de Iwo Jima y de las islas de Okinawa. La campaña submarina de los Aliados y la colocación de minas en las zonas costeras japonesas habían prácticamente destruido la flota mercante de ese país. Es bien sabido que Japón tiene pocos recursos naturales, dependía de las materias primas importadas de Asia continental y del territorio conquistado en las Indias Orientales Neerlandesas (ahora Indonesia) sobre todo del petróleo. La destrucción de la flota mercante japonesa, combinada con el bombardeo estratégico de la industria japonesa, habían paralizado la economía de guerra de ese país.[ii]

La rendición de Japón en la Guerra del Pacífico o Segunda Guerra Mundial se produjo el 15 de agosto de 1945 y se firmó, como ya hemos escrito, el 2 de septiembre del mismo año. El Imperio de Japón aceptó la Declaración de Potsdam firmada por los estadounidenses, el Reino Unido, la República de China y la Unión Soviética (hoy Rusia). Después de la desastrosa derrota de la Alemania nacionalsocialista el 9 de mayo de 1945 y 4 meses después la rendición del imperio japonés el siguiente 2 de septiembre (la firma de la de la Declaración de Potsdam el 2 de agosto), la sangrienta Segunda Guerra Mundial terminaba; se considera el final del período de la guerra entre países a escala mundial y el inicio de la llamada Guerra Fría entre los bloques dominados por los estadounidenses y los soviéticos.

Los líderes de las principales potencias aliadas se reunieron en la Conferencia de Potsdam entre el 16 de julio y el 2 de agosto de 1945. Los participantes fueron la Unión Soviética, el Reino Unido y Estados Unidos, representados por Stalin, Winston Churchill (después Clement Attlee) y Truman. La guerra contra Japón fue uno de los muchos temas discutidos en Potsdam. Truman supo del éxito de la prueba Trinity al comienzo de la conferencia y compartió esta información con la delegación británica. El éxito de la prueba hizo que la delegación estadounidense reconsiderara la necesidad y prudencia de la participación soviética (garantizada en Yalta). En lo alto de su lista de prioridades estaba acortar la guerra y reducir las bajas estadounidenses, y la intervención soviética parecía conveniente para conseguir ambas, pero con la contrapartida de permitirles quizás capturar más territorios de los que se les prometieron en Yalta, y posiblemente dividir Japón al igual que se había hecho con Alemania.[iii]

Se decidió emitir un documento, la denominada Declaración de Potsdam, que definía el concepto de «rendición incondicional» y clarificaba su significado para el cargo de emperador y para Hirohito personalmente. Los gobiernos estadounidense y británico discrepaban mucho sobre este punto: los estadounidenses querían abolir el cargo y posiblemente procesarlo como criminal de guerra, mientras que los británicos querían que se conservara el cargo, quizás con Hirohito. El borrador de la Declaración de Potsdam atravesó muchas revisiones hasta que se llegó a una versión aceptada por ambas partes.[iv]

Se arrojaron folletos sobre Japón después del bombardeo de Hiroshima. El folleto señalaba que, en parte: El pueblo japonés se enfrenta a un otoño extremadamente importante. Nuestra alianza de tres países le presentó a vuestros líderes trece artículos de rendición para ponerle fin a esta guerra infructuosa. Esta propuesta fue ignorada por los líderes de vuestro ejército[…] Estados Unidos ha desarrollado una bomba atómica, algo que no ha hecho ninguna otra nación con anterioridad. Se ha determinado utilizar esta terrorífica bomba. Una bomba atómica tiene el poder destructivo de 2.000 B-29.

Hirohito ya quería que terminara la guerra pues su pueblo estaba sufriendo demasiado y, sobre todo, ya no tenían posibilidades de vencer. El gabinete se reunió de inmediato y ratificó de manera unánime los deseos del Emperador. También decidieron destruir grandes cantidades de material sobre asuntos relativos a crímenes de guerra y responsabilidad de los principales líderes del país. Justo después de la conferencia, el ministro de exteriores transmitió órdenes a sus embajadas en Suiza y Suecia para que aceptaran los términos de rendición de los aliados. Estas órdenes fueron recibidas en Washington a las 02:49 del 14 de agosto.[v]

El texto del Rescripto Imperial estaba terminado a las 19:00, transcrito por el calígrafo oficial de la corte, y llevado hasta el gabinete para su firma. Alrededor de las 23:00, el emperador, con la ayuda de un equipo de grabación de la NHK, hizo una grabación de gramófono en la que leía el Rescripto Imperial de rendición. La grabación fue entregada al chambelán de la corte que la escondió en una parte de la oficina de la secretaria de la emperatriz.[vi]

Un grupo de oficiales lidereados por el oficial Kenji Hatanaka intentó hacer un golpe de estado para evitar que el texto del Emperador saliera a la luz; esto ocurrió entre el 12 y el 15 de agosto, En vano los insurrectos trataron de hallar la grabación para impedir que se transmitiera; al no haber logrado sus propósitos finalmente desistieron del acto.

Por ello, el anuncio de la rendición de Japón se emitió mediante un comunicado en la radio. El Emperador Hirohito declaraba la capitulación incondicional del país, en los términos exigidos por la Conferencia de Potsdam. La histórica declaración en **Gyokuon-hōsō** (un lenguaje palaciego), era la consecuencia directa de las progresivas derrotas y mermas del país durante la II Guerra Mundial, como la batalla de Okinawa, las bombas atómicas o la Batalla de Manchuria del 9 de agosto, por la que los soviéticos invadieron Manchukuo, Mengjiang y Corea del Norte.[vii]

Hay que tener presente que el imperio japonés nunca se había rendido por un conflicto bélico a una potencia extranjera en cerca de 2000 años, ni mucho menos que los hayan ocupado como castigo en su suelo. Parte de la alocución del emperador es la siguiente:

… a pesar de que todos han dado lo mejor —la lucha valiente del ejército y de las fuerzas navales, la diligencia y dedicación de Nuestros servidores del Estado y el servicio devoto de Nuestros cien millones de súbditos—, la situación de la guerra no se ha desarrollado necesariamente en provecho de Japón, mientras las tendencias generales del mundo se han vuelto contra su interés.

Además, el enemigo ha empezado a utilizar una bomba nueva y muy cruel, cuya capacidad de provocar daño es realmente incalculable, provocando la muerte de muchas vidas inocentes. Si continuáramos luchando, no solo tendría como resultado el colapso y destrucción de la nación japonesa, sino que también conduciría a la completa extinción de la civilización humana.

Siendo así el caso, ¿cómo vamos nosotros a salvar a nuestros millones de súbditos, o a expiarnos ante los espíritus benditos de Nuestros Ancestros Imperiales? Esta es la razón por la que hemos ordenado la aceptación de las disposiciones de la Declaración Conjunta de las Potencias.

Las dificultades y sufrimientos a los que Nuestra nación quedará sujeta de ahora en adelante serán ciertamente enormes. Somos plenamente conscientes de los sentimientos más profundos de todos vosotros, nuestros súbditos. Sin embargo, es de acuerdo a los dictados del tiempo y del destino que hemos resuelto preparar el terreno para una gran paz para todas las generaciones que están por llegar, soportando lo insoportable y sufriendo lo insufrible.[viii]

La baja calidad de la grabación unida al japonés arcaico-cortesano utilizado por el emperador en el Rescripto Imperial, hicieron que fuera muy difícil de entender por la mayoría de los oyentes.

Parte del texto de la rendición se transcribe en los siguientes párrafos:

Nosotros, actuando por orden y en nombre del Emperador del Japón, el Gobierno japonés y el Cuartel General Imperial Japonés, por el presente aceptamos los términos de la declaración expedida por los titulares de los gobiernos de los Estados Unidos, China, y la Gran Bretaña el 26 de julio de 1945 en Potsdam, y subsecuentemente por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, quienes en adelante serán referidos aquí como las Potencias Aliadas.

Por el presente proclamamos la rendición incondicional de las Potencias Aliadas de Cuartel General del Imperio Japonés y de todas las fuerzas armadas japonesas y todas las fuerzas armadas bajo el control japonés donde sea que estén situadas.

Por el presente ordenamos a todas las fuerzas japonesas donde sea que se encuentren y al pueblo japonés a cesar hostilidades inmediatamente, a preservar y salvar de daños a todas las embarcaciones, aeronaves, toda propiedad militar y civil, y a cumplir con todos los requerimientos sean impuestos por el Comandante Supremo de las Potencias Aliadas o por las agencias del Gobierno Japonés bajo su mando.

La autoridad del Emperador y del Gobierno Japonés para regir sobre el Estado estará sujeta al Comandante Supremo de las Potencias Aliadas, quien tomara las decisiones que considere necesarias para cumplir con los términos de esta rendición.

Firmado en la BAHÍA DE TOKIO, JAPÓN a las 09:04 en el SEGUNDO día de SEPTIEMBRE de 1945

Con esto se pensaba que surgiría un mundo mejor –que ya no iba a haber guerras–, pues en la fecha de la rendición de Japón, en su discurso de cierre de inicio el Gral. McArthur dejó claro desde un principio que aquello no era una negociación ni un debate «Las cuestiones que tienen que ver con nuestros diferentes ideales e ideologías ya se han decidido en los campos de batalla del mundo, y por consiguiente no van a ser objeto de discusión ni de debate por nuestra parte». A continuación dijo: «manifestó su ferviente esperanza» de que «surja un mundo mejor del derramamiento de sangre y de las matanzas del pasado». Después de estas palabras, el Gral. McArthur invitó a todos los representantes del emperador de Japón y del gobierno japonés a firmar el documento de rendición en los lugares asignados.[ix]

Se venció a dos grandes arrogantes: alemanes y japoneses, países que al haberse cumplido 50 años del fin de la guerra eran las dos grandes potencias, después de los estadounidenses.

Esta nota ha querido hacer referencia al aspecto histórico del acontecimiento, a un especie de anecdotario ….. queda claro que el ser humano seguirá autodestruyéndose; las guerras regionales continuarán y el deterioro del planeta tierra continuará. En el caso de la confrontación entre Rusia y Ucrania se preveía que sería una guerra económica, como ahora muchos enfrentamientos ocurren, pero aunque se ha puesto a Rusia como el agresor este país tiene sus razones para la invasión y Ucrania sus desatinos, pero, como siempre, quienes resultan más afectados son los civiles y la muerte de gente inocente. Así somos los humanos, ¡así es la vida!

 

[i]White House Press Release Announcing the Bombing of Hiroshima, August 6, 1945. The American Experience: Truman. PBS.org. Sourced to The Harry S. Truman Library, «Army press notes,» box 4, Papers of Eben A. Ayers.

[ii] Frank, Richard B. (1999). Downfall: the End of the Imperial Japanese Empire. Penguin. ISBN 0141001461 pp. 87-88 y 81. y Robert A. Pape «Why Japan Surrendered,» International Security, Vol.18, No.2 (Fall 1993), 154–201. en Rendición de Japón – Wikipedia, la enciclopedia libre 4 sept 2022.

[iii] Hasegawa, Tsuyoshi (2005). Racing the Enemy: Stalin, Truman, and the Surrender of Japan. Harvard University Press. ISBN9780674016934. pp. 152-153

[iv] Hasegawa, op. cit. 145–148

[vi] Hasegawa, op. cit. 244

[vii] La rendición de Japón en la II Guerra Mundial cumple 70 años (hipertextual.com) 3sept2022

[viii] Dower, John (1999). Embracing Defeat: Japan in the Wake of World War II. W.W. Norton & Company Inc. ISBN 0393046869. p. 34 en Rendición de Japón-Wikipedia, la enciclopedia libre

[ix] Tomado de: Los detalles desconocidos de la firma que puso fin a la IIGM hace hoy 75 años: «¡Que Dios preserve la paz!» (abc.es) 3-sept-22