Polémico y falso informe sobre Marruecos y la guerra en Ucrania, revela actitudes manipuladoras de AI y HRW

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La renuncia ocurrida el pasado 8 de julio del jefe de Amnistía Internacional (AI) en Ucrania tras la publicación de un informe revelado el 8 de abril de 2022, en el que se reprocha a Kiev por sus tácticas de combate, las cuales ponen en peligro a la población civil, ofrece la oportunidad de adoptar una postura ofensiva contra las ONG´s, AI y Human Right Watch (HRW), por su tradicional posición antimarroquí:

AI se encuentra en grandes dificultades tras la publicación de un reporte prorruso difundido el pasado cuatro de agosto que critica a Ucrania por sus tácticas de combate que exponen a la población civil. De hecho, ya le costó el puesto a la directora de esa organización en Kiev Oksana Pokalchuk, quien renunció el sábado ocho de junio, debido al contenido “prorruso” de este documento.

El presidente ucraniano llegó incluso a acusar a AI de “intentar amnistiar al estado terrorista” de Rusia, poniendo “en pie de igualdad a la víctima y al agresor”. Los enfoques sesgados de AI (al igual que los de HRW para el mismo caso) al tratar situaciones de derechos humanos en ciertos países (incluido Marruecos en particular) se desenmascararon hoy magistralmente exhibir las flagrantes tendencias de esta ONG, que varían según sean sus intereses del día.

AI se encuentra ahora en la mira de la prensa y los medios occidentales, los mismos que habían elevado a esta ONG a un pedestal a la hora de atacar a países objetivo como Marruecos.

Tanto para este organismos como para HRW, todo es en definitiva una cuestión de interés y del país que será masacrado, según varíe el humor de su padrino, Georges Soros, explotando los derechos humanos de la forma más vil posible, como en el pasado las fuerzas imperiales aprovecharon la vulnerabilidad financiera y militar de los estados y pueblos que colonizaron.

En Marruecos, el enemigo vive entre nosotros. Los informes de la AMDH son increíblemente virulentos y nadie se ofende con estos llamados marroquíes que se están convirtiendo en una fuente de desinformación para todas las ONG internacionales al ofrecerles sistemáticamente información falsa, o en su caso, sesgada, para empañar la imagen del Reino a nivel internacional.

El enfoque insidioso de esta quinta columna pretende socavar y volver anticuados los sentimientos de patriotismo que animan a los marroquíes frente a sus instituciones sagradas. Defender la patria contra los deseos perniciosos de los detractores del Reino se ha convertido para estos enemigos internos en una desviación y una herejía.

Estos traidores al servicio de Human Rights Watch y AI son maestros de la denuncia, malhumorados y vengativos, procuradores que, no contentos con quedarse sin argumentos, se agotan sirviéndonos los mismos platos recalentados, como parte de una estafa intelectual envuelta en el falso moralismo.

Derechos humanos, Occidente, AI y HRW no se preocupan, ya que es una palanca de presión sobre regímenes que se niegan a doblegarse cuando aspiran a consolidar su soberanía política, económica y cultural, optando por un multilateralismo más amplio.

Por deber de memoria, Robert Bernstein, el fundador de HRW, fallecido en 2019, había publicado en una columna del New York Times que quedará grabada para siempre en los anales de la historia, en la que fustigó con palabras inequívocas, que también se aplican a AI y a los líderes de Human Rights Watch, por haber desviado la misión principal que había imaginado para la organización que dirigió durante 20 años, al calificarla de “moralmente en bancarrota” (moralmente corrupta).

Foto portada: DW.com