Supremacista armado mata a 49 musulmanes en Nueva Zelanda

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Al menos 41 personas muertas fue el saldo de un ataque perpetrado por un individuo de 28 años contra feligreses en el interior de una mezquita, en la ciudad de Christchurch, en Nueva Zelanda. ¡Desconcertante la noticia de este grado de violencia en uno de los países más pacíficos del mundo!

El incidente ocurrió durante la oración de viernes, el momento en que se registraba el mayor número de religiosos musulmanes. habían ni más ni menos que 300 asistentes a la celebración religiosa.

El atacante, que al parecer se hacía llamar Brenton Tarrant, ingresó al recinto fuertemente armado (se dice que tenía al menos cinco armas) y portando una cámara en la cabeza, con la que filmó tanto su preparación como su propia fechoría, al tiempo que la publicaba en vivo a través de Facebook.

Hay también 40 heridos, varios de ellos de gravedad.

La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, señaló que «un australiano descrito en la prensa de su país como un ultraderechista islámofobo, disparó con un arma automática en una de las mezquitas y lo retransmitió por las redes sociales con una cámara adherida a su cuerpo. Ha sido acusado de asesinato tras ser detenido en una persecución policial. Hay otros dos arrestados.

Se trata del atentado supremacista más letal desde la masacre en Noruega en 2011. Precisamente, ese atentado masivo perpetrado por Anders Breivik fue lo que motivó a llevar a cabo el suyo.

El agresor también subió a Twitter un escrito propagandístico en el que se describía a sí mismo un «blanco, común, de una familia normal que ha decidido defender una postura para asegurar el futuro de su gente».

También señala a los inmigrantes como «un grupo de invasores que quieren ocupar las tierras de mi pueblo y reemplazar étnicamente a mi propia gente», agrega. Ideas basadas en algo que se conoce como «teoría del reemplazo» y que es muy común entre los neonazis o gente de extrema derecha.

En especial, el odio y rencor contra la población musulmana fue muy visible en su mensaje al calificarlo «el grupo de invasores más odiado en Occidente, atacarlos tendrá el mayor nivel de apoyo», dijo.  «Al matar a estos «invasores» podría «acabar con la superpoblación y así salvar el medio ambiente», afirmó antes de definirse como un «ecofascista».