Justin Trudeau anunció su renuncia al cargo de primer ministro de Canadá, en una acción que causó asombro a la comunidad internacional, pues no está claro el porqué de su decisión, de la que sólo argumento que «tenía la intención de dimitir para permitir que el Partido Liberal pueda seleccionar a un nuevo líder en un proceso competitivo y riguroso a nivel nacional».
Trudeau anunció su despedida tras ocho años de permanecer en el poder del país más grande de Norteamérica y en momentos en que Donald Trump está a sólo unos días de asumir una segunda presidencia en Estados Unidos, la cual ha sido muy expectante por el rigor de gobierno que se espera de él.
Tan sólo la advertencia de que aplicaría 25 por ciento de aranceles a cientos de productos canadienses, lo ha dejado mal parado ante su propio pueblo que lo considera como un político débil para defender su causa dentro del T-MEC. En diciembre pasado, su viceprimera ministra Chrystia Freeland renunció tras expresar su desacuerdo en la forma en que Trudeau quería manejar las reacciones al plan de Trump y para evitar una posible guerra comercial. Prácticamente, el magnate rubio lo minimizó en un comentario al decir que sólo era el «gobernador de Canadá» y que ese país podría ser el estado 51 de la Unión Americana.
Por otra parte, también se señala que la popularidad de Trudeau bajo en los últimos meses y su administración apenas si podido sobrevivir a varias mociones de censura que exigían su salida. No sólo ha tenido que enfrentar críticas del propio Partido Liberal, la agrupación política que los apoyaba, sino que éste se ha acercado a las otras dos bancadas opositoras que son los socialdemócratas del Nuevo Partido Democrático (NPD) y El Partido Conservador, cuyo titular Pierre Poilievre lo supera con más de veinte puntos porcentuales de popularidad y en las encuestas aparece como el candidato más idóneo para sustituirlo.
Polievre es, por cierto, el político que sugirió que se dejara fuera a México del T-MEC.
Por otra parte, la presidente de México, Claudia Sheinbaum, descartó que la salida de Trudeau en el cargo pueda afectar la situación del T.MEC, pues aseguró que el pacto trilateral es más un asunto de complementariedad que de competencia. “Yo creo que nos beneficiamos los tres países. Norteamérica en su conjunto, que representa el 30 por ciento del PIB y es la mejor manera de competir frente a China o frente a Asia”, indicó. También señaló que no ha recibido invitación de parte de Trump para asistir a su investidura, aunque reconoció que la embajada mexicana en Washington ya la tiene en su poder.
Con información de AP, EFE y AFP.