Nada está por fuera de las consideraciones del Rey Mohammed VI, desde los proyectos de sustentabilidad, las energías verdes, los planes económicos, la investigación en innovación y científica, pasando por la seguridad y la defensa nacional hasta el equilibrio social mediante la educación y el pilar de su política: la lucha contra la pobreza y la restitución de los derechos de la sociedad en general, especialmente de la mujer.
De acuerdo con un reportaje elaborado por Yasmine Tijani, corresponsal en Rabat de Le point Afrique, portal digital dedicado a los temas sobre la francofonía en el continente africano, Marruecos se encuentra en un importante punto de inflexión en su historia social, cuyo reto busca reequilibrar su modelo de desarrollo para sentar las bases de la nueva potencia regional que el Reino sueña ser de manera sostenible.
No sólo es el monarca marroquí, sino el Comandante de los Fieles Guardianes de los valores y fundamentos del Reino, así como un jefe de estado con ventaja sobre los sectores áreas estratégicas como la economía, asuntos exteriores, defensa y la seguridad. Su dedicación es tan amplia como su devoción al cambio y la transformación, una labor que ha desarrollado desde 1999, cuando sucedió a Hassan II.
Yasmine destaca que el Soberano ha sido la clave por la cual Marruecos ha cambiado en los últimos 25 años, al posicionarlo favorablemente en el mapa mundial, mediante cadenas de valor industriales y comerciales (las cuales también se extienden a la gran familia de la Unión Africana), a través de importantes éxitos diplomáticos (particularmente con respecto a del Sáhara cuyo carácter marroquí ahora es reconocido por los Estados Unidos e Israel).
Ha fortalecido sus sistemas de defensa con alianzas sólidas y variadas con las que ha demostrado su eficacia en materia de inteligencia y acciones contra el terrorismo yihadista. Es precisamente esto lo que lo ha convertido en un país que ahora destaca en el panorama internacional.
Pero echemos una vista a las razones que nos expone la periodista en su reportaje.
Lucha contra desigualdad
El camino todavía es arduo para el monarca marroquí, pero las muestras de éxito de sus políticas sociales han sido elogiadas por las Naciones Unidas. A sabiendas de que la desigualdad sigue presente, nunca ha dejado de buscar una solución para ello. En 2019, presentó un «Nuevo Modelo de Desarrollo (NMD)», con el que aceleró las reformas sociales para combatir la desigualdad y la pobreza. Las estadísticas reflejan que el 10% de marroquíes más ricos aún concentran once veces más riqueza que el 10% inferior más pobre, lo cual es “inaceptable en un reino donde el Soberano tiene una imagen tan social fuerte que se le llama «Rey de los pobres».
Mediante grandes esfuerzos, ha llevado a Marruecos a ocupar el puesto 123 (de 181) en cuanto a su índice de desarrollo humano en relación con
el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo publicado en 2022. Con una esperanza de vida de 74 años en 2021 y una puntuación de 0,683, que supera a la de otros países del Magreb. Por ello, Marruecos es ahora considerado como un país con desarrollo humano mediano.
Protección social más amplia y con más impulso
Desde el ascenso al trono de Mohamed VI en 1999, muchos pro‐
programas sociales a gran escala se han sucedido en el país con la firme convicción de reducir distorsiones económicas inducidas por el crecimiento a marchas forzadas, impuesto por la jefe de Estado. Las inversiones masivas realizadas en infraestructura, han logrado hacer retroceder la enorme pobreza y el surgimiento de una clase media cada vez más amplia. Pese a estos esfuerzos, la desigualdad sigue presente, por ello el Rey declaró en 2020, con motivo del 21 aniversario de su ascensión al trono, cuando aseguró que «vino a lanzar, durante los próximos cinco años, el proceso de generalización de la cobertura social en beneficio de todos los marroquíes al expandir el
seguro médico obligatorio a 22 millones de nuevos beneficiarios, el proceso de la generalidad de la aplicación de las asignaciones familiares en beneficio de 7 millones de niños en edad escolar, así como la ampliación de la base de afiliados de los planes de pensiones a 5 millones de personas que ejercen un trabajo y la indemnización por pérdida de empleo para el 2025.
Para dar seguimiento a estas medidas, el Rey Mohammed VI implementó una reforma sin precedentes a un costo anual de 51.000 millones de dírhams (unos 4.700 millones de euros), es decir, el equivalente al 4,25% del PIB marroquí, sabiendo que el presupuesto general del estado tomaría 23 mil millones de dirhams (aproximadamente 2.100 millones de euros).
Puesta en marcha de la protección social
Concretamente, en este camino de protección social más amplia, Marruecos se encuentra así aumentó de 7,8 millones de beneficiarios de seguros de salud en diciembre de 2020 a 23,2 millones en abril de 2023. Entre estos nuevos afiliados hay 3,6 millones trabajadores por cuenta propia y sus dependientes, así como 9,4 millones de beneficiarios de AMO-Tadamon. De hecho, según la Agencia Nacional de Seguros de Salud (Anam), a finales de septiembre de 2022, el 79,8% de la población marroquí se beneficiaba de algún tipo de cobertura médica, frente al 74,2% a finales de 2021.
El número de archivos enviados diariamente al Sistema Nacional de Seguridad Social (CNSS) subió a más de 60 mil, es decir, 125 archivos por minuto. Ante esto flujo sin precedentes, la CNSS tuvo que extender su red a 156 agencias con la digitalización de sus servicios, en particular con el lanzamiento del portal “TAAWIDATY” (https://www.macnss.ma/Portail_cnss/), lo que permite presentar solicitudes de asignaciones familiares filiales, así como la declaración de la escolaridad de los hijos. Esta es la consagración de lo dicho en el Discurso del Trono del 30 de julio respecto a que «este ingreso directo contribuye a la mejora de las condiciones de vida de millones de familias y niños”, respondiendo a una necesidad real del pueblo.
Derechos de las mujeres: la reforma totémica de 2004
Considerada como una de las tótem-reformas del inicio del reinado del rey Mohammed VI, la modernización de la situación de la mujer marroquí en 2004 a través de la llamada reforma de la Moudawana (Código de la Familia y el Estatuto Personal) es un paso fundamental para todo aquel que quiera comprender la nueva tendencia que atraviesa la sociedad marroquí.
En su discurso del 10 de octubre del 2003, Mohammed VI introdujo reformas descritas como mínimo como “sustanciales” a través de once medidas. Estos han hecho que el repudio sea casi imposible, así como la poligamia, y favorece la búsqueda de una reconciliación nacional.
Veinte años después, la dinámica reformista que presidió la Moudawana de 2004 busca un segundo aire. La revisión del derecho de familia sigue estando, de hecho, todavía en el centro de reclamaciones de mujeres activistas marroquíes por fallas en la aplicación de algunos de sus componentes que giran en torno a los temas, entre otros, del matrimonio de menores, la igualdad de género y los derechos del niño. También exigen una revisión del Código Penal para una sociedad que proteja mejor a las mujeres de la violencia de todo tipo, incluida la violencia doméstica.
Menores, herencia, hijos: una revolución social por completar
Durante su Discurso del Trono de 2022, el Rey Mohammed VI anunció el Acto II de la reforma de Moudawana en la que insistió especialmente en la necesidad de establecer más igualdad entre mujeres y hombres.
“Cuando las mujeres tienen pleno acceso a sus derechos, no dañan a los hombres ni se dañan a sí mismas. De hecho, la condición sine qua non para que Marruecos continúe progresando es que ocupen el lugar que les corresponde y que brinden su apoyo eficiente a todos los sectores del desarrollo”, indicó el monarca.
Por lo tanto, el Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH) creó un grupo de trabajo sobre la reforma de la Moudawana. Su misión principal: redactar un memorándum que ofrezca una visión conjunta de dicha reforma.
Las expectativas concretas de la sociedad civil
El Rey también evidenció la necesidad de introducir “reales modificaciones” y “hacer efectivos” algunos artículos ya presentes en el Código de Familia, para impulsar las libertades fundamentales.
Respecto a la cuestión de la herencia, solicitó una reforma a las leyes vigentes que otorgue a las sucesiones los mismos derechos a hombres y mujeres. También recomendó suprimir las leyes excepcionales que autorizan el matrimonio de menores, que se han vuelto “muy” por no decir “demasiado” comunes”. Tan sólo en 2022, se registraron más de 20.000 solicitudes de autorización de matrimonio y que 13.652 fueron aceptadas por los tribunales marroquíes.
Respecto a la custodia de los hijos después del divorcio, la propuesta es darle al padre la posibilidad de reclamar la custodia compartida siempre que el niño haya cumplido los cuatro años. Objetivo: permitir que el menor se beneficie de ambos padres a pesar de estar separados. Lo mismo ocurre con la tutela legal, que se atribuye sistemáticamente al padre de los hijos. Una situación que plantea problemas administrativos a la madre que, en realidad, se queda con los niños. Para ello, un grupo de expertos pide el consentimiento de los padres en conjunto, y en su defecto, que la decisión final recaiga en la parte que tenga la custodia efectiva de los hijos.
La afiliación sigue siendo un problema que afecta a los derechos del niño que tiene que ver con la negación al reconocimiento de paternidad de un hijo nacido fuera del matrimonio. La Asociación Democrática de Mujeres Marroquíes (ADFM) calificó la decisión como una interpretación y aplicación retrógrada de la Moudawana, cuando se sabido que en Marruecos, cada día, nacen 200 niños fuera del matrimonio.
Ante ello, el colectivo por las libertades fundamentales recomendó permitir en el caso de que se pruebe el vínculo biológico, en particular mediante la presentación de una prueba de ADN positiva, que se reconozca la filiación del padre, independientemente de que tenga un nexo matrimonial entre los dos padres.
Hasta la fecha, está claro que el lugar del Acto 2 de la Moudawana, si se anuncia, aún no está concretamente sobre la mesa de los diputados marroquíes. El tema sigue siendo delicado en la sociedad marroquí. La Secretaría General del Partido Justicia y Desarrollo (islamista) rechazó los llamados a la igualdad en la herencia, argumentando que «está en clara contradicción con el Corán”, lo cual hace urgente encontrar una trayectoria óptima entre estas dos visiones contrarias.