El Tribunal de Justicia europeo respalda el acuerdo comercial con Rabat; desestima protestas del polisario

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La abogada general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), la croata Tamara Capeta, avaló este jueves la legalidad del acuerdo comercial del bloque europeo con Marruecos, y contradijo la sentencia del tribunal europeo de primera instancia, que anuló su aprobación al considerar que el pacto debió ser avalado por el frente polisario, como representante del Sahara Occidental.

Se trata de un hecho interesante porque la representante de la instancia deja en claro que «el pueblo saharaui no tiene ningún representante oficial o reconocido que pueda interponer un recurso en su nombre», justo como lo hizo el Frente Polisario al denunciar el acuerdo comercial entre la UE y Marruecos ante la justicia europea.

En el marco del recurso interpuesto por el Consejo de la Unión Europea (UE) y la Comisión Europea (CU) contra la decisión del Tribunal de primera instancia en los asuntos relativos al acuerdo agrícola y pesquero con Marruecos, la abogada general presentó estas conclusiones esta mañana.

En primer punto, señaló que tribunal está llamado a dictar sentencia definitiva durante el segundo semestre del año 2024, pues sus conclusiones no son una sentencia ni una orden de justicia, sino una propuesta de la Corte basada en la perspectiva de deliberaciones de jueces, ulteriormente.

Sin embargo, la conclusión tiene suficiente para afectar al polisario en varios aspectos, entre estos la anulación de la sentencia judicial y mantener la validez del acuerdo agrícola entre Marruecos y la UE. Derivado de esto, se confirma la legalidad y la validez del acuerdo, su aplicabilidad a los productos del Sáhara marroquí salientes del acuerdo de pesca, las conclusiones de la abogada general van en la dirección de una asociación cuantitativa de nueva generación. Resulta que el objetivo común de Marruecos y la UE será avanzar hacia un marco contractual moderno de gignat-gagnat (ganar-ganar) que se ocupe del desarrollo socioeconómico, del desarrollo sostenible y de la preservación de los recursos pesqueros.

Por otra parte, también se desestimó la pretensión del «polisario» que se ha querido hacer pasar como un actor representativo. La abogada concluyó que el Polisario no está reconocido como representante del pueblo del Sáhara Occidental ni por la ONU ni por la UE (Parr. 80). Señaló también que el Polisario nunca ha sido elegido por la población y es imposible determinar con certeza si éste cuenta con el apoyo real de una mayoría (Párr. 83). También afirmó que la ONU o la UE y sus Estados miembros nunca han otorgado al polisario el estatus de movimiento de liberación nacional (Párr. 20). Concluyó que la predicción del polisario de que será el único representante del Sahara no es un posición que pueda convencer a la Unión Europea.

Se reveló asimismo que la Unión Europea tiene el derecho de llevar a cabo acuerdo con Marruecos y con sus provincias del sur, esto en referencia al Derecho Internacional que señala a Marruecos como la única entidad habilitada para concluir arreglos con la UE en esas mismas zonas sureñas.

Ante ello, la abogada general llegó a la conclusión de que se opone a una demanda de una asociación propolisario de entendimiento respecto a la importación de productos agrícolas provenientes de las provincias del sur, lo cual abre la posibilidad de su respectiva comercialización.

En otro punto, destacó que el llamado polisario sólo busca engañar con imaginarias victorias con las que enmascara supuesta victorias sociales a diversos niveles. Recalcó que el plan de autonomía marroquí presentado por el Reino en 2007 siguen siendo la mejor opción para resolver el conflicto, algo que en 2018, también lo destacó el Consejo de Seguridad, por su realidad pragmática.

En el caso de Marruecos, las instituciones europeas deben asumir sus responsabilidades en proteger el partenariado con Rabat y defenderse de las provocaciones y maniobras políticas que intenten debilitar esta posición.