Turquía anunció que comprará cazabombarderos rusos SU-35 si las evaluaciones de cúpula militar llega a considerar esta aeronave como una buena opción para mantener la seguridad de su espacio aéreo. La medida supone un duro golpe a las relaciones del estado turco con Estados Unidos y a sus intentos por vender el F-35 que, según Washington, cuenta con mejor equipamiento que el de su contraparte ruso.
Según informes difundidos por la agencia Sputnik, la Subsecretaría de Industria para la Defensa turca mantiene negociaciones con autoridades militares rusas, las cuales buscan consolidar la venta de su caza Su-35, luego que Estados Unidos retirara su F-35, molesto porque Ankara adquirió el sistema de defensa aérea rusos S-400.
Hasta el momento, las negociaciones turco-rusas que se iniciaron a finales de octubre son tan inciertas como una moneda en el aire.
La agencia rusa reveló que pasado 9 de septiembre, el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, consideró aplicar sanciones a Turquía por la compra de armamento hecha a Moscú. Señaló que el funcionario norteamericano dejó en claro que el equipamiento ruso es incompatible con los «estándares de seguridad de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lo que podría comprometer las operaciones de los nuevos jets de combate de quinta generación F-35″.
La molestia de Washington fue aún más allá de esto, pues en julio pasado ya había advertido que si compraba el sistema de defensa aéreo ruso, Ankara quedaría fuera del programa internacional de los F-35 y «completamente eliminado del proyecto para marzo de 2020».
La decisión no intimidó a Turquía, país que desde agosto pasado decidió iniciar pláticas con Moscú para una potencial adquisición de aviones de combate rusos Su-57.
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