Los conflictos, caminos que conducen a la guerra

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Carta a mis hijos

Si consulto la historia puedo leer acerca de muchos conflictos y sus causas aparentes, así como su desarrollo, conclusiones y efectos a corto, mediano y largo plazo. Sin embargo, es mucho más difícil encontrar el ambiente humano en los momentos previos a cada guerra. Esa es la situación actual y trataré de describir el momento actual desde mi particular óptica.

La suma de acusaciones que emiten tanto Inglaterra como Estados Unidos van unidas a sanciones que buscan ahogar a los acusados que el día de hoy son Rusia y China, pero ésta es una campaña que lleva varios años desarrollándose. Recordemos que este 26 de julio se cumplieron 80 años del embargo petrolero de Estados Unidos contra Japón, surgido del ataque a Pearl Harbor lanzado por Tokio, el cual estaba diagnósticado por la inteligencia estadounidense como una provocación correcta. Ahora vemos actitudes similares que buscan una respuesta agresiva y la razón, igual que hace más de 80 años, es detener el avance económico y militar de los competidores.

¿Cuál es nuestra previsión?

Dado lo extenso de las fronteras de Rusia, hemos visto diferentes incitaciones como intentos de pasar naves militares por sus fronteras árticas, que van desde el Mar del Norte hasta el Estrecho de Behring; acercamientos en el Mar Báltico, donde se encuentran tanto Kaliningrado como San Petesburgo, igual que lo hacen en el Mar Negro para aceder hacia la península de Crimea. El momento está en espera de algo que detone un conflicto, con incidentes como el derribe de un avión o el hundimiento de un buque; pero más aún es posible que tal evento, ya sea un hundimiento o derribe, no sea parte del enemigo ruso sino de algo autoprovocado, como vemos con el incidente del Maine, que en 1698 dio lugar a la invasión de Cuba, Filipinas y Puerto Rico, posesiones que España perdió a manos de los norteamericanos.

La actual situación prevalece en el Océano Pacífico, donde las provocaciones diarias de China son frecuentes ya sea contra Taiwán, India o en los alrededores de Japón. Sumado a todo lo anterior, vemos el desarrollo de un conflicto en las relaciones comerciales en el área de la bioquímica con un virus pandémico y sus respectivas vacunas. ¿Qué sigue? ¡Pues, las armas y la pérdida de vidas!

¿Quién gana? Pues unos pocos… aquellos que están orquestando todo, ya que la dirigen y buscan el control material y espiritual de la humanidad. Una cosa es segura: no ganarán los pueblos inglés, ruso, japonés, estadounidense o chino.

Concluyendo.

En el actual momento, la humanidad está asustada y confundida y quien lo ha provocado busca crear una estámpida. La única solución es reflexionar y, en calma, cuándo los medios están buscando conducirnos por un dominio que no es correcto, para no seguirlo.

Agosto, 2021