Las mentiras de Sultana Khaya

0
910

¿Quién es Sultana Khaya? Los medios digitales la presentan como una activista saharaui que propugna por la separación del territorio marroquí, que no dudó en llorar por los ataques israelíes contra la población de Gaza en 2006 y, de paso, en usar la situación para denunciar supuestos abusos cometidos contra su pueblo.

Ha sido persistente en sus denuncias al grado que importantes medios españoles como El País y la agencia Efe le han abierto sus plataformas para exponer sus argumentos, pero en realidad, lo que pasó, fue que estos cayeron en una trampa mediática que casi los llevó al desprestigio internacional. Al menos de un ridículo, no se salvaron. Esta mujer no sólo presentaba historias falsas, sino que es diestra en el dramatismo, pues lloraba con facilidad cuando las contaba. Así presentaba fotos manipuladas en agresión contra niños saharuis y lo hacía con una doble cara, por una parte como miembro el Frente polisario y por otra como supuesta activista de derechos humanos.

La mujer es toda una contradicción a juzgar por diversos reportajes publicados por medios internacionales; finge sensacionalismo cuando habla de casos de violaciones a derechos humanos, pero viste a la moda y le gusta la vida fastuosa. El teatro se le cayó en 2010 cuando el representante de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Saeb Erekat, denunció la manipulación que había hecho a través de su red de militantes. El caso fue tan grave que un fotógrafo demandó al diario El País por publicar imágenes con un trasfondo equivocado.

Sultana ha afirmado abiertamente que las fuerzas policiales marroquíes abusaron de ella e irrumpieron contra su casa en mayo del 2020. En un video aseguró que fueron violadas. ¿Una calumnia más de alguien que es nada fiable? Una grabación dada a conocer poco después desmintió esta atrocidad, pero dejó en claro su estilo de difundir noticias falsas. Como quiera que sea, la verdad se impone y en la actualidad no sólo ella está bajo la lupa de investigaciones por falsedad, sino otros altos líderes polisarios que, además de ser acusados por genocido, también lo están por violación a mujeres saharauis.