El Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) condenó la violencia generada contra los textos sagrados y aprobó una resolución para considerar cualquier acción tomada contra estos como una flagrante violación al derecho internacional.
La iniciativa fue propuesta por Marruecos y quedó aprobada por unanimidad por los 193 miembros que condenaron que “todos los actos de violencia contra las personas por motivos de su religión o creencias, así como cualquier acto de este tipo dirigido contra los símbolos religiosos, libros sagrados, hogares, negocios, propiedades, escuelas, centros culturales o lugares de culto, así como todos los ataques contra lugares, sitios y santuarios religiosos en violación del derecho internacional”.
El Embajador de Marruecos ante la ONU, Omar Hilale, consideró que estas acciones son claramente una provocación contra los valores sagrados islámicos. Ante ello, la misión marroquí presentó la propuesta ‘Promover el diálogo y la tolerancia, con la que busca poner fin a las demostraciones de odio organizados por el extremismo violento, el oscurantismo, el populismo y el racismo.
La medida tiene lugar luego que se registraran varios incidentes en los que se involucró actos como la quema del Corán por parte de un extremista en países europeos como Suecia y Dinamarca. En ambos casos, se consideró un sacrilegio contra la cultura islámica, lo que ha desatado también una fuerte reacción del mundo musulmán, que ha exigido medidas de represalia para quienes actúes y patrocinen actos de islamofobia.
Entre estas acciones se reportó la semana pasada el caso de un grupo denominado Patriotas daneses, que ralizó la quema de un libro del Sagrado Corán frente a la representación diplomática de Egipto en Copenhague.
Asimismo en Suecia, la policía autorizó otro acto de quema del Corán frente a la embajada iraquí en Estocolmo, se trataba de la misma persona que anteriormente había cometido esta acción vil.