La guerra de drones, un caldo de cultivo para el extremismo en Africa

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De acuerdo con un reportaje escrito por Kieran Baker, en la revista Military Africa, las actividades realizadas por Irán con drones militares iniciaron durante 2022 y se han intensificado de manera alarmante en lo que va del presente año. Teherán y Argel mantienen una alianza con la que han reforzado al movimiento separatista frente polisario para espiar con estos aparatos voladores, bases militares y lugares públicos en Marruecos y el norte de Africa, así lo mencionó el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita.

No sólo se trata de drones pequeños para vigilancia, sino de aviones no tripulados capaces de transoprtar misiles y cargas explosivas. Las autoridades iraníes han proporcionado no sólo estos tipos de implementos aéreos con capacidad destructiva, sin que han capacitado en uso a militantes polisario, con el firme objetivo de desestabilizar a Marruecos.

A finales del año pasado, el frente separatista del polisario amenazó con utilizar drones militares contra las Fuerzas Armadas Reales ubicadas a lo largo del muro defensivo en el Sáhara Occidental. El anuncio se produjo cuando el líder del polisario, Brahim Ghali, se preparaba para lanzar un movimiento militar desde Tinduf como parte de la «guerra de desgaste» contra Marruecos.

Omar Mansour, emisario del polisario ante el presidente mauritano, anunció la información en una conferencia de prensa en Nuakchot. «El ejército saharaui utilizará pronto drones armados en la guerra de desgaste en el Sáhara Occidental», aseguró.

Estos artefactos pueden sobrevolar amplias zonas del territorio marroquí, con lo que el gobierno iraní puede tener acceso a las actividades y movimientos del Reino. También pueden utilizarse para proporcionar información de inteligencia sobre las fuerzas marroquíes, haciéndolas vulnerables a ofensivas y otras formas de agresión.

La contramedida marroquí

Las Fuerzas Armadas marroquíes han establecido zonas de exclusión terrestre y aérea en la zona oriental del muro defensivo y han comenzado a operar diversos aparatos aéreos no tripulados, entre ellos los drones turcos Bayraktar TB2.

Menos de 24 horas después de que el polisario amenazara con utilizar los aviones no tripulados contra Marruecos, el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, advirtió contra la adquisición de drones armados por parte de los grupos terroristas y separatistas.

«Irán, tras socavar la estabilidad en Siria, Yemen, Irak y Líbano, está desestabilizando nuestra región», indicó Omar Hilal, embajador de Marruecos ante la ONU.

Los drones también están siendo usados en la Guerra de Ucrania, con lo que es fácilmente perceptible que el estilo de lucha ha cambiado radicalmente. Ahora, en Africa, se están usando para el monitoreo, vigilancia y espionaje de zonas estratégicas tanto en Marruecos, como en Mauritania y Mali.

El movimiento extremista Hezbolá está armado con estas armas nuevas, algo que le permite mantener su hegemonía terrorista en Líbano, Siria, el norte de Africa y hasta es posible que también se desempeñen para apoyar las actividades de reconocimiento de su aliado Rusia, algo que Occidente no ha descartado del todo.

En Yemen, los Hutíes los usaron contra Arabia Saudita, mientras que los Fatimiyun, lo hicieron en Afganistán. Ahora Irán busca exportar estos drones a grupos extremistas en el lado occidental de Africa.

Irán también está utilizando su soft power a través de la educación y el matrimonio para construir su presencia y difundir su estilo de Islam, caracterizado por su rigor y extremismo, en el norte de África, específicamente en el Sahel. Ante ello, constituye una preocupación porque el continente africano podría convertirse en u caldo de cultivo de nuevos grupos delincuenciales y terroristas.

El apoyo y el equipamiento proporcionados a individuos por Irán y otros actores malignos del Norte de África puedan provocar más atentados e inestabilidad. Se están produciendo atentados contra la población local y las fuerzas occidentales en la región, y las fuerzas especiales francesas y estadounidenses ya han sufrido bajas.

El suministro de drones al polisario por parte de Irán y Argelia, y su probable expansión a otros grupos, supone una importante escalada de sus capacidades ofensivas. Marruecos, que se ha enfrentado a devastadores ataques terroristas en el pasado debido a su papel prooccidental como escudo contra el extremismo islámico, se encuentra de nuevo en primera línea.

Al igual que en Ucrania, los drones armados ofrecen la posibilidad de atacar objetivos a distancia, una opción que, hasta no hace mucho, estaba solo al alcance de países que disponen de fuerzas aéreas o misiles balísticos. Tener drones armados en la frontera marroquí controlada por el frente polisario, apoyado por Argelia, equivale a la presencia de misiles rusos en Cuba.

Al igual que las importantes consecuencias geopolíticas que este acontecimiento ha tenido, observadores independientes y responsables marroquíes temen que esta amenaza muy real se pierda en medio de la niebla de la invasión rusa de Ucrania, la concentración sobre los globos espía de China y el terremoto en Turquía y Siria.

Las implicaciones de Rusia

El creciente complejo militar-industrial de Irán está produciendo y exportando aviones no tripulados y armas, incluidos misiles y bombas de racimo, para alimentar los conflictos y la inestabilidad en todo el mundo. Mientras el mundo se centra en Ucrania, las ventas de armas de Irán y su capacidad para eludir las sanciones para generar ingresos han de ser una importante fuente de preocupación para Occidente.

El eje Argelia-Irán, en su relación con Marruecos y el polisario, necesita más atención por parte de Estados Unidos y otros países que tienden a contemplar esta cuestión a través del prisma de una disputa vecinal, en lugar de ver, como ocurre cada vez más, al polisario como un delegado de Irán y Argelia, que refuerzan sus capacidades para atacar a un aliado estadounidense.

Del mismo modo, la invasión rusa de Ucrania forma parte de una estrategia más amplia para revitalizar el bloque soviético.

El experto militar advirtió que el eje Argelia-Irán, en su relación con Marruecos y el polisario, necesita más atención por parte de Estados Unidos y otros países que tienden a contemplar esta cuestión a través del prisma de una disputa vecinal, en lugar de ver, cómo ocurre cada vez más, al polisario como un delegado de Irán y Argelia, que refuerzan sus capacidades para atacar a un aliado estadounidense.

Del mismo modo, la invasión rusa de Ucrania forma parte de una estrategia más amplia para revitalizar el bloque soviético. El compromiso de Irán con Argelia debe verse como parte del objetivo iraní de construir un arco de influencia que se extienda desde Oriente Medio hasta África Occidental, pasando por el norte de África. Marruecos es un escudo clave entre estas regiones y tiene una importancia crucial.

Finalmente, puntualizó que existe un peligro real de que, como en el pasado y como ocurrió con la advertencia de Marruecos sobre los drones desplegados en sus fronteras, las advertencias no sean escuchadas y el eje Irán-Argelia siga creciendo y se haga más peligroso para la región.