Al menos sesenta especialistas en búsqueda y rescate del Reino Unido, apoyados por cuatro perros de rastreo y otros equipos de rescate, fueron desplegados en un intento por paliar la situación que vive el pueblo marroquí, tras el terremoto de 6.8 grados Richter.
El gobierno de Rabat aceptó la oferta de asistencia de Londres, cuya delegación está compuesta por sesenta personas, cuatro perros de búsqueda y un equipo de evaluación médica, los cuales fueron desplazados mediante dos aviones A400M de la Royal Air Force proporcionados por el Ministerio de Defensa británico.
El Secretario de Asuntos Exteriores, James Cleverly aseguró que mantendrá la comunicación en todo momento con el Ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, al tiempo que ofreció su más sentido pésame al pueblo de Marruecos tras este trágico acontecimiento.
Por su parte, el secretario de Defensa, Grant Shapps, agregó que este «es un momento devastador para el pueblo de Marruecos, en particular para aquellos con seres queridos que han perdido o están desaparecidos».
Indicó que el Reino Unido ha asumido un papel de liderazgo en el esfuerzo internacional para mejorar las operaciones de búsqueda y rescate, actuando rápidamente para desplegar nuestras capacidades únicas de transporte aéreo estratégico, personal experto y ayuda. «Apoyamos firmemente a Marruecos mientras supera este terrible acontecimiento», comentó Shapps.
Los miembros de rescate están incorporados al Equipo Internacional de Búsqueda y Rescate del Reino Unido (UKISAR), el cual responde a desastres en nombre del Ministerio de Asuntos Exteriores, Commonwealth y de Desarrollo.
Cuentan con equipos de búsqueda especializados que incluyen dispositivos de sondeo sísmico, equipos para cortar y romper concreto y herramientas de apuntalamiento. El kit especializado brinda al equipo la capacidad de levantar, cortar y retirar concreto y escombros para llegar a las personas que se encuentran debajo de los edificios derrumbados.
Por otra parte, el Equipo Médico de Emergencia (EMT) del Reino Unido está desplegando un equipo de evaluación médica británico de cuatro personas para analizar la situación sobre el terreno, en coordinación con las autoridades marroquíes. También estarán encargados de monitorear a gran escala la capacidad sanitaria existente y el alcance de los daños para gestionar las necesidades sanitarias y proporcionar el apoyo adecuado a la población afectada.