Miembros del Frente Polisario han desencadenado un escándalo sin precedentes en el aeropuerto de Constantine, la tercera ciudad argelina y la capital del este de Argelia. Este escándalo se refiere al secuestro y tráfico de contrabando de 1.000 teléfonos celulares, que se llevó a cabo a bordo de un avión militar que proporcionaba el enlace Tinduf-Constantine.
El 27 de septiembre, la policía y los agentes de aduanas del aeropuerto de Constantina sacaron esta gran cantidad de teléfonos inteligentes escondidos en el equipaje de varios miembros «saharauis» del Frente Polisario. Estos teléfonos no declarados obviamente estaban destinados a la reventa en el mercado paralelo.
Según nuestras fuentes, estaban en al menos 17 bolsas de compras llenas de varios objetos no declarados destinados al contrabando. Incautados rápidamente, estos teléfonos inteligentes se encontrarán posteriormente en el centro de otro escándalo político-judicial. Y no en vano, resulta que varios militares de alto rango encubrieron esta red de contrabando establecida en Tinduf. Se ha iniciado una investigación interna dentro de la 5ª región militar y varios oficiales militares ya han sido suspendidos, mientras que otros son objeto de una investigación exhaustiva.
Estos oficiales son sospechosos de haber facilitado el acceso a los aviones militares a los contrabandistas saharauis, permitiéndoles así transportar diversos objetos preciosos como joyas o teléfonos inteligentes para luego alimentar un verdadero tráfico de contrabando.
Este caso está siendo tramitado a nivel de la inspección militar regional y se han comunicado instrucciones firmes para que no se filtre información. El Ministerio de Defensa Nacional en Argel quiere sofocar este escándalo para no dañar la credibilidad de la institución militar argelina.