La pandemia del coronavirus podría ser lo de menos para la humanidad. Ni siquiera, la crisis financiera económica que ya nos afecta podría ser tan grave. El peor escenario que se nos presenta es la crisis alimentaria que se avecina; algo que ya lo están advirtiendo agroproductores nacionales.
Basados en las alertas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19 y el riesgo de que el mundo podría entrar también en, “una pandemia alimentaria”, representantes del sector agrícola mexicano proponen crear un plan para enfrentar esta amenaza cercana.
Agrupados en torno al Movimiento Campesino, Indígena, Afroamericano Plan de Ayala Siglo XXI, denunciaron que la pandemia ya ha mostrado la vulnerabilidad del mercado, al tiempo que ha descubierto a la agricultura pequeña y mediana como la base de la soberanía alimentaria.
«En México la pequeña y mediana agricultura alcanza más del 70 por ciento de las unidades de producción, de donde se obtiene la mayor parte de los productos básicos que consume el pueblo de México; asimismo, producen más del 50 por ciento de la producción de alimentos (básicos y estratégicos) y más del 50 por ciento de la producción ganadera, dijo el movimiento en un comunicado. «Además de que se están preparando para mantener un buen ritmo en la producción de alimentos en este 2020 y en los siguientes años. Es en el trabajo de las familias campesinas donde radica la estabilidad y alimentación de las ciudades. Hoy más que nunca se puede apreciar el aporte de la unidades de producción de pequeña y mediana escala».
El plan propuesta contempla que se reconozca el papel central y esencial de las y los pequeños productores del campo en la producción de alimentos sanos, frescos, nutritivos e inocuos, como garantes de la biodiversidad yd el medio ambiente. También confiar la producción de alimentos en manos campesinas y no depender de las importaciones agroalimentarias.
Destacó que los programas productivos y sociales del gobierno de la Cuarta Transformación (4T) están fortaleciendo otras formas de producción sustentable, como la agroecológica y orgánica, en consonancia con la constitución mexicana y en relación a la producción de alimentos sanos, inocuos y nutritivos.
Iniciar un movimiento campesino basado en la agroecología, granjas, huertos, escuelas y hospitales para la producción de alimentos, supervisar y penalizar la especulación, sobre todo de bienes de la canasta básica, para garantizar la autosuficiencia y la soberanía alimentaria.
Dar una mayor fortaleza a la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) para evitar la especulación, alza de precios de los productos básicos y garantizar el derecho de los consumidores.
Fortalecer la política pública para el campo, haciendo énfasis en los programas de fomento productivo para los productos de la canasta básica, con el objetivo de fortalecer el mercado interno y prioricemos la producción nacional y que disminuya la importación de alimentos.
En la coyuntura por el COVID-19 y su impacto en la economía rural se hace necesario desarrollar algunas acciones que fortalezcan las actividades ciudadanas que fortalezcan la producción y comercialización de los alimentos; impulsar cadenas cortas de suministro, impulsar que SEGALMEX reciba maíces criollos, impulsar que la mano obra en los ejidos y comunidades, y priorizar el empleo, por ejemplo, en obras que las propias comunidades puedan llevar a cabo; favorecer las condiciones para el transporte de alimentos de la canasta básica y medicamentos; favorecer compromisos de pagos de servicios como los de energía eléctrica, agua, pagos como el predial etcétera y favorecer los esquemas de crédito que se han anunciando. Y también propiciar las condiciones para el establecimiento de huertos urbanos, bajo una estrategia de financiamiento y acompañamiento técnico para contribuir a la producción de alimentos sanos.
Finalmente, se busca hacer un llamado URGENTE al secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Víctor Villalobos, así como a diputados y senadores para que atiendan nuestras propuestas y alternativas para aumentar la producción de alimentos y garantizar el bienestar de la gente del campo.