Cada país, grande o pequeño, con una economía emergente o establecida, tiene algo que ofrecerle al mundo”, declaró Jorge Chediek, el enviado del Secretario General de la ONU para la Cooperación Sur-Sur, durante la inauguración de la Exposición de Desarrollo Sur-Sur el año 2017.
La cooperación internacional consiste en el trabajo en comunidad llevándolo a cabo por parte de uno o más grupos de personas. Sin embargo, en la actualidad, la definición de cooperación internacional es más amplia, porque responde al creciente desarrollo y complejidad de las relaciones internacionales. Es así, que la cooperación internacional conjuga hoy en día, la ayuda o apoyo al desarrollo con otros elementos como los de promoción comercial e intereses políticos y económicos. Esto permite que se entienda a la cooperación internacional como el conjunto de acciones a través de las cuales se intenta coordinar políticas o unir esfuerzos para poder alcanzar objetivos en plano internacional.
La Cooperación Sur-Sur (CSS) define todos los tipos de relaciones de la cooperación al desarrollo entre países ubicados geográficamente al de las economías de centro, “el Sur, claramente simboliza la emergencia o las búsqueda de esta hacia el desarrollo”.
Durante la Guerra Fría, la cooperación internacional fue un instrumento utilizado por los grandes poderes globales en África a fin de asegurar lealtades políticas, el cual se tradujo en apoyos a la balanza de pagos, la financiación de grandes infraestructuras, cooperación técnica especializada, formación de cuerpos administrativos, ayuda alimentaria, entre otras materializaciones. Posteriormente, tras la segunda liberación del continente africano, las políticas de cooperación al desarrollo sufrirían también profundas transformaciones, caracterizándose éstas a partir de entonces por los escasos resultados de los planes de ajuste estructural, la crisis de la deuda, la fatiga de los donantes, el aumento de la pobreza y una cuestionable condicionalidad política.
De esta forma, la Cooperación Sur-Sur (CSS) está basada en relaciones directas y horizontales entre países que enfrentan problemas comunes y que tienen como propósito superar, a partir de esfuerzos conjuntos, los desafíos del desarrollo. La Cooperación Sur-Sur promueve el desarrollo pleno de nuestros países, a través de mecanismos como: el intercambio comercial, el intercambio de experiencias exitosas, y la inclusión.
Las relaciones pueden ser políticas, culturales, sociales y económicas, entre actores estatales, empresas y la sociedad civil, este último campo dominado por ONG, s de distinta estatura y orden. Este tipo de cooperación ha existido por más de seis décadas. Entre los hitos podemos mencionar la Conferencia de Bandung, Indonesia (1955) que tenía como objetivo la promoción de la cooperación económica y cultural para Asia y África; el Plan de Acción de Buenos Aires (1978) que en el marco de la Conferencia sobre Cooperación Técnica entre Países en Desarrollo, es reconocido como un hito para América latina y el Caribe. Estas acciones han sido reforzadas por el grupo de los 77, la Comunidad Andina (CAN), la Comunidad del Caribe (CARICOM), el Sistema de Integración de Centro América (SICA) y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), la ASA AFRICA AMERICA LATINA, entre muchas otras.
Desde el año 2008 en adelante junto a la Cooperación Sur Sur (CSS) y la Cooperación Triangular (CT) ha ido acaparando la atención de la comunidad internacional, principalmente de los países no OCDE y de los países de renta media. La CT es definida como la cooperación realizada entre países en desarrollo (socio y beneficiario) con la participación de un tercer socio (donante). Beneficiario y socio comparten características culturales, lingüísticas y económicas; experiencias similares en lo que respecta a problemas de desarrollo, que les da una mayor cercanía. Además, los costos de la asistencia técnica son menores cuando provienen de los países cooperantes en relación a los que vienen de los países desarrollados (miembros OCDE-CAD).
Según el Grupo de Tareas de Cooperación Sur-Sur de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Cooperación Sur-Sur se refiere al intercambio de conocimientos y recursos entre -generalmente- países de ingresos medios con el fin de identificar prácticas efectivas. La lista de iniciativas de cooperación entre América Latina y otras regiones del sur del planeta es extensa, es el lado humano de la Cooperación Sur-Sur entre naciones, sociedades público-privadas y academia, pues ya no se trata solo de recursos financieros, por ejemplo:
“Hay una cooperación muy interesante que se dio entre el Ecuador y los Estados caribeños de Dominica, San Vicente y las Granadinas y Barbados para capacitar a profesores de secundaria del Ecuador en la lengua inglesa, hemos recurrido a una cooperación bilateral con estos países. Es muy interesante el tema de la Cooperación Sur-Sur porque va más allá de la donación en sí, es muchas veces crearse imaginativamente procesos para capacitación de personas” Fuente: El papel de la Cooperación Sur-Sur en América Latina, más allá del asistencialismo, ONU.org.
Otra iniciativa interesante es el impulso de Guinea Ecuatorial como el centro neurálgico del intercambio de información y soluciones clave para el desarrollo de los 79 países, de tres continentes diferentes, que engloban el Grupo ACP. La sede, que se prevé estará activa desde Malabo, capital del país ecuatoguineano, y en ella un experimentado equipo técnico proporcionará apoyo y savoir-faire práctico para asegurar una alta calidad en el intercambio de conocimientos, así como facilitará el apoyo al más alto nivel político, objetivamente un gran paso pro cooperación para el sur dentro del sur.
Las relaciones entre los Estados de América Latina y África desde su respectiva independencia en los años sesenta han mostrado un patrón de intermitencia que puede explicarse por los vaivenes propios de las situaciones internas y regionales, así como por los condicionantes sistémicos.
Si bien las dos regiones sufrieron el colonialismo europeo, las marcas de los colonizadores y las diferencias temporales en el acceso a la independencia, dejaron su impronta en la historia y la evolución sociopolítica y económica de sus respectivos países, de allí la importancia de construir puentes entre ambos lados del atlántico.
En suma, una apuesta por la cooperación Sur-Sur contribuiría a un impulsar el desarrollo en América Latina y África. Sin embargo, en estas instancias los países no deben olvidar su propia identidad y objetivos en la escena internacional, por cuanto replicar esquemas asimétricos de asociación sólo ahondaría la desdicha de poblaciones que se encuentran en niveles de desarrollo diferente y carecen de los instrumentos y oportunidades específicas para mejorar su calidad de vida, en el corto plazo; La cooperación al desarrollo o cooperación para el desarrollo o asistencia al desarrollo comprende el conjunto de actuaciones, realizadas por actores públicos y privados, con el propósito de promover el progreso económico y social global, que sea sostenible y equitativo, tácitamente necesario, urgente e importante, léase cooperación para el desarrollo.
En determinados círculos se confunde con el término «cooperación para el desarrollo» en estricto rigor esta definición sigue considerándose casi sinónimo de «ayuda financiera» o, en un sentido todavía más específico, de «asistencia oficial para el desarrollo». En el otro extremo, la cooperación para el desarrollo puede definirse de manera muy amplia e incluir, por ejemplo, los flujos de mercado (entre otros, las remesas de fondos o la inversión directa extranjera).
1. apoyar y complementar los esfuerzos de los países en desarrollo dirigidos a facilitar las normas sociales básicas universales a sus ciudadanos, como medio para que ejerzan sus derechos humanos fundamentales;
2. promover la convergencia de los países en desarrollo (en especial de los más pobres) con niveles superiores de renta y bienestar, corrigiendo las desigualdades internacionales extremas; y
3. apoyar los esfuerzos de los países en desarrollo con miras a participar activamente en la provisión de los bienes públicos internacionales.
En suma, cooperación internacional para el desarrollo es objetivamente un conjunto de actividades, incluidas dentro de programas y planes, que brindan herramientas y oportunidades de crecimiento a personas, colectivos y territorios que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, necesidad de transferencia tecnológica y otros. Dar pasos de sostenibilidad es dar pasos de cooperación. La ayuda mutua entre países del Sur y a tres bandas es esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo. El paisaje de la cooperación al desarrollo se vuelve irremediablemente multipolar, heterogéneo y complejo, en buena medida gracias a la revolución que ha supuesto la cooperación sur-sur.